Es muy sencillo frustrarse al ver que nuestros hijos dejan comida en el plato o no comen suficiente, pero hay que entender que el acto de comer, y sobre todo el comer saludable debe ser percibido como algo positivo y natural, para que el niño pueda mantener los hábitos que vaya adquiriendo ahora durante toda su vida. Por lo que es importante respetarlos y entenderlos. Hay días en los que podrán tener más apetito que otros, o en los que tengan menos disposición a nuevos alimentos, pero esto es parte de su crecimiento y su desarrollo. Lo importante es no desistir y ofrecerles siempre preparaciones o alimentos saludables en la mesa.